viernes, 18 de noviembre de 2011

Android o Iphone

Cuando a primeros de 2011 me plantee adquirir mi primer smartphone, las dos opciones que evalué y que me hicieron dudar fueron Iphone o Android. Symbian estaba prácticamente muerto, y Windows Phone no estaba muy maduro y la faltaba el atractivo que tiene en este momento los modelos lanzados por Nokia con Mango. Y ahí estaba yo con esa duda existencial acerca de a que tecnología ir.

Sin tener en cuenta el aspecto económico está claro que la duda hubiera estado entre el Iphone 4 y el Samsung Galaxy II, dos pedazo de terminales. Pero claro el aspecto económico si que cuenta, y a parte del hecho del pastón que cuesta cada uno de ellos, lo que mas cosa me daba es el estar pendiente todo el rato de que se me rompiera, se me mojara (ya me he dado alguna vez algún chapuzón sin recordar que llevo el móvil en el bolsillo del bañador), y todo tipo de desgracias que pueden pasar a un cacharro de 600 euros que llevas todos los días encima. Y es que en mi caso soy un poco desastre con los móviles, y tengo tendencia a que se me caigan o se mojen y encima me gusta dejárselo a mi hija para que vea Pocoyó, por lo que me veía con un pedazo móvil temeroso todo el rato, manejándolo con más cuidado que si estuviera manipulando nitroglicerina.


Y entonces oí hablar del Motorola Defy, con características muchos mas modestas que las de esos dos campeones, pero resistente al agua (admite sumergirse hasta 1 metro durante 30 minutos) a caídas desde 1 metro de altura y con protección Gorila Glass en la pantalla (si, ya lo se,  se que el Galaxy también tiene esa protección). El problema es que no lo comercializaba en España mi operadora, pero encontré una tienda de móviles de ocasión que por 200 euros te vendían el modelo del otro operador más el código de liberación. Así que me hice con él y de momento me va bastante bien, aunque a veces tiene cierta tendencia a bloquearse, sobre todo cuando tira del GPS. Y lo mejor es que se lo puedo seguir dejando a mi hija sin miedo de que se le caiga, y que lo de que resiste el agua es verdad, como se puede ver en el siguiente chapuzón que me di con él.




Eso sí después del chapuzón hay que darle unos cuantos meneos para que se desempañe la lente de la cámara, y un par de soplidos al auricular para que salga el agua que se queda en ese hueco y vuelvan a oirse bien las conversaciones, y con esto ya queda listo como si nunca se hubiera mojado. Hay que tener en cuenta que sólo permite grabar vídeo bajo el agua (fotos no se pueden hacer) y sólo en caso de que se active la grabación antes de sumergirse, ya que al no haber botones físicos para el manejo de la camara, una vez bajo el agua la pantalla tactil se vuelve loca y no reconoce ningún contacto de nuestros dedos.

Si alguién se anima a adquirir este terminal después de leer mis comentarios, que sepa que Motorola ha puesto recientemente a disposición del público un nuevo modelo, el Defy+, que es más o menos el mismo que el Defy, pero con más capacidad de proceso y con Android Gingerbread de fabrica. Claro que aún ninguna operadora española ha decidido comercializarlo en España, así que no queda más remedio que pillarlo de importación.

Ahora que Google ha adquirido Motorola, habrá que seguir con atención la evolución del Defy, ya que es un concepto de smartphone bastante interesante, para aquellos que queremos disponer de un terminal avanzado sin preocuparnos demasiado si no somos cuidadosos con él.





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