lunes, 20 de abril de 2015

Restricción Calórica, longevidad, fertilidad y metionina

Una de las investigaciones que mas me ha llamado la atención en los últimos años, es la referente a que hay indicios de que controlando la ingesta de calorías a una cantidad mínima que no suponga desnutrición, se reducen los procesos oxidativos en los organismos, y esto se traduce en un incremento de la esperanza de vida de alrededor del 50%.

Desde hace unas décadas (las primeras investigaciones datan del año 1934) se ha venido haciendo investigaciones en animales, acerca de la relación entre su longevidad máxima y una dieta muy baja en calorías, un 30% por debajo de la ingesta normal recomendada, pero sin descuidar la ingesta de nutrientes esenciales. A esta dieta baja en calorías se la denomina restricción calórica (RC). En  casi todos los seres vivos en los que se ha probado, se ha verificado que la RC además de disminuir su talla incrementa su esperanza de vida en torno al 50%. Entre las especies en las que se da este fenómeno se encuentran los monos, por lo que entre los científicos hay un consenso casi total en cuanto a que la RC alargaría la vida también en los seres humanos.

La RC absoluta por si sola sería de muy difícil aplicación en seres humanos, ya que requiere una disciplina y una supervisión de la alimentación muy estricta. Además otro efecto común que se produce en los individuos sujetos a la RC es que disminuye su fertilidad, lo que descarta totalmente el poder aplicar la RC por si sola en seres humanos como mecanismo para aumentar su longevidad. Otra cosa es que en buena lógica una dieta hipocalórica en seres humanos debería resultar en una prolongación de la longevidad, aunque no hasta niveles tan altos como los que se obtengan con una RC absoluta, pero por contra también se obtendría el efecto no deseable de disminuir la fertilidad.

Aún así la RC es la única estrategia de tipo dietético que ha logrado aumentar la longevidad máxima de los seres vivos expuestos a ella, por lo que los científicos lejos de descartarla para prolongar la longevidad en seres humanos, han ahondado en los mecanismos subyacentes en la RC que causan los efectos anteriormente expuestos. El objetivo final sería ver si se puede definir algún tipo de dieta, que tuviera los beneficios de la RC, evitando sus efectos perniciosos como la reducción de talla y sobre todo la disminución de la fertilidad. En los últimos estudios realizados sobre la RC se ha comprobado que la abundancia/carencia de determinados aminoácidos en la dieta de los individuos estudiados, influyen en gran medida tanto en la fertilidad como en la longevidad máxima.

El organismo de todos los seres vivos funciona gracias a las proteínas que produce, que se encargan de realizar múltiples funciones. El genoma del organismo incorpora el "manual de instrucciones" necesario para construir todas las proteínas que necesita. Cada célula activará unos genes u otros en función de como se haya especializado. Los ribosomas de cada célula irán leyendo la cadena de bases del gen activo, y cada tres bases (a esto se le llama triplete o codón) codifican un aminoácido, que el ribosoma irá ensamblando uno tras otro según vaya leyendo tripletes, hasta llegar al codón de finalización. Una vez ensamblada esta secuencia de aminoácidos, estaría finalizada la cadena polipeptídica, la cual mediante la asistencia de otras proteínas/encimas se pliega para conformar lo que sería la proteína ya funcional, y así queda lista para desempeñar la función que le corresponda.

Como se ha visto los aminoácidos son fundamentales para producir proteínas. En la naturaleza existen veinte aminoácidos, de los cuales las células de los seres humanos sólo son capaces de fabricar diez. Los otros diez tienen que ser adquiridos mediante la alimentación, procedentes de las proteínas existentes en seres vivos, de forma que mediante el proceso digestivo se descomponen dichas proteínas en los aminoácidos que las componen y son transportados por los glóbulos rojos a todas las células a través del torrente sanguíneo. Es esencial que estos diez aminoácidos estén presentes en nuestra dieta, de ahí que a estos se les denomine aminoácidos esenciales.

Entre los estudios que relacionan los efectos de la RC con la ingesta de los aminoácidos esenciales, se va a destacar dos aproximaciones distintas que arrojan resultados que en principio pueden parecer contradictorios.



En el primero de estos estudios realizado en 2005 por Michael Smith-Wheelock de la Universidad de Michigan, se partió de una dieta normal en ratones, y se fue probando a reducir de forma drástica la presencia en la dieta de cada uno de los aminoácidos esenciales por separado. El resultado fue que sólo reduciendo la ingesta del aminoácido  metionina, se consiguió incrementar la longevidad, a la par que se redujo la fertilidad.

El segundo estudio realizado por Linda Partridge y Matthew Piper, del Institute of Healthy Ageing del University College de Londres, fue publicado en la revista Nature y parte de una aproximación opuesta a la anterior. Para ello se escogieron moscas de la especie Drosophila Melanogaster que ya estaban en una situación de RC. Se les ha dividido en diez grupos y se ha ido enriqueciendo la dieta de cada uno de esos grupos con uno de los diez aminoácidos esenciales en nuestra dieta. En el grupo al que se añadió metionina se observó que recuperaba la tasa de fertilidad propia de esta especie, pero sin que la longevidad se redujera a los valores típicos de una dieta normal.

Como puede verse parece que ambos estudios coinciden en que la metionina está directamente relacionada con la fertilidad de la especie estudiada, de forma que su ausencia produce una disminución de la misma. Pero en lo que se refiere a la longevidad los resultados son aparentemente contradictorios. En el primer estudio la reducción de la metionina en la dieta se tradujo en un incremento de la longevidad, por lo que cabría esperar en el segundo estudio que, al incrementar la metionina en una dieta ya restringida se redujera la longevidad, pero esto no fue así. La diferencia fundamental entre ambas aproximaciones, es que el primer estudio se parte de una situación en la que la metionina está presente en cantidades normales junto con el resto de los aminoácidos esenciales, mientras que en el segundo estudio cuando se añade la metionina partiendo de una situación de dieta restringida, esta se suministra a las moscas en cantidades normales, pero no así el resto de los aminoácidos esenciales.

Por tanto parece que lo que reduce la longevidad no es la abundancia en la dieta de metionina, sino la combinación de abundancia de metionina con abundancia del resto de los aminoácidos esenciales.

De estos dos estudios se extraen dos posibilidades en función del tipo de dieta.

En una dieta hipercalórica reducir los niveles de metionina se traduce en un aumento de la esperanza de vida, pero a costa de la fertilidad. Una dieta así sería muy difícil de planificar, ya que habría que conocer al detalle los niveles de los distintos aminoácidos esenciales en cada uno de los alimentos ingeridos, de cara a evitar aquellos que fueran más ricos en metionina.

En dietas bajas en calorías la longevidad siempre se aumentará. Para que esto no sea a costa de la fertilidad se podría complementar incrementando la ingesta de metionina mediante la inclusión en la dieta de alimentos ricos en este aminoácido y/o complementos alimenticios que la contengan, con lo que se potenciaría la fertilidad, sin neutralizar el incremento de longevidad asociado a dietas bajas en calorías.

Por tanto parece claro que para conseguir vivir más tiempo la mejor estrategia dietética es una dieta baja en calorías, comiendo de todo pero en pocas cantidades, y complementándola con algún suplemento de metionina.