martes, 13 de diciembre de 2011

Pig Minister

Uno de los dichos de la "sabiduría popular" es que las tres patas sobre las que se sustenta la felicidad son tener salud, dinero y amor. La verdad es que siempre me ha parecido que esta afirmación cojeaba un poco, sobre todo en lo que se refiere al dinero, en concreto a la forma de conseguirlo. Para mi lo ideal sería poder ganar mucho dinero realizando un trabajo con el que disfrutara a tope, y por supuesto tener tiempo para disfrutarlo.

Más adelante volveré a este tema, acerca del lujo de trabajar ganando una pasta en lo que te gusta, pero ahora me gustaría hablar de una nueva serie que está emitiendo la cadena Channel 4 británica, titulada Black Mirror. Yo pensaba que lo había visto todo en televisión, sobre todo después de que hace unos años viera ese gran y único reality que tuvo tan sólo una temporada (por que es irrepetible) llamado Confianza Ciega, pero la verdad es que está vez me han sorprendido totalmente. Se trata de una serie de tres episodios, aparentemente sin conexión unos con otros, realizada por Charlie Brooker. De momento sólo se han estrenado los dos primeros, y he tenido ocasión de ver el primero titulado "The National Anthem", y la verdad que el argumento es rompedor. Creo que no incurro en Spoiler si comento cual es el argumento inicial de este capítulo, ya que lo que voy a contar aparece en los cinco primeros minutos de esta serie y el resto del capítulo se desarrolla alrededor de él. De todas formas si alguien está interesado en ver la serie sin leer antes nada sobre ella, lo mejor es que no siga leyendo.


El capítulo comienza con un Primer Ministro de ficción siendo despertado de madrugada para comunicarle una noticia de urgencia; la princesa Susanna (se supone que la heredera al trono querida por todos los británicos) ha sido secuestrada. Los servicios de inteligencia confirman que el secuestro es real y que no tienen ninguna pista acerca de quienes pueden ser los secuestradores. Los colaboradores del Primer Ministro le muestran a este un vídeo donde aparece una llorosa princesa leyendo un comunicado del secuestrador. Éste sólo tiene una única reclamación para liberar viva a la princesa; ¡que el Primer ministro aparezca a las 4 de la tarde en todas las televisiones nacionales teniendo sexo con una cerda! Y como cerda no se refiere a alguna guarrilla, como diría Torrente, si no al animal en cuestión.

Si alguno de los que ha llegado hasta aquí piensa que este capítulo se trata de una comedia, está muy equivocado. Realmente se enfoca desde un punto de vista totalmente serio y riguroso, a pesar de que no podamos evitar descojonarnos con como se desarrolla esta situación.

Como he comentado tan sólo se han emitido dos capítulos, y de momento sólo he encontrado subtítulos para el primero. Si alguien quiere verlos, que no mire en la web de Channel 4, ya que estos tienen restringida la emisión a algunos países entre ellos España. No voy a poner el enlace para descargarlo no sea que me cierren el blog, así que buscarlo vosotros que ya sois mayorcitos.

¿Y que tiene que ver esta serie con el comienzo de esta entrada? Pues que mientras veía y disfrutaba como un enano de la serie, no paraba de pensar lo bien que se lo han tenido que pasar los guionistas desarrollando esta historia. ¡Y habrán cobrado un pastón y encima se lo ha comprado una de las principales cadenas británicas! Definitivamente este Charlie Brooker debe ser un genio. No se si tiene todas las "patas" necesarias para ser feliz, pero lo que está claro es que la "pata" de "trabajar en lo que me guste" ¡la tiene grande del copón!









1 comentario:

Anónimo dijo...

Agendado en mi calendario de series, Gracias Charly!!!!
Gustavo